Un lugar lejano en Aragón, cuyo nombre por supuesto que me acuerdo, llamado

Hogar de la Brisa.


Guardado por nuestro queridísimo guardián que a veces muestra comportamientos propios de los gatos, un perro un tanto peculiar el Krito.

(Krito en un día de verano, con su sonrisita habitual)

 

Pero, no nos podemos olvidar del propietario del hogar, ni más ni menos, pulcro y caprichoso como él mismo. Estamos hablando de Sinforoso, Tomasín... o Sin, para los amigos.

(Aquí tenemos al jefe, respetadle y os respetará, o eso espero...)

 

Aquí, en el Hogar de la Brisa, hay sitio para cualquier ser vivo, ya habrá espacios para describir al personal, pero, ¡poco a poco!

 

No podría explicar en este solo artículo la diversidad que se respira en este lugar. Incluso, como adelanto, se podría decir que hay rumores sobre la presencia de un duende graciosillo y picaresco...

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